domingo, 29 de septiembre de 2013

Mitos Griegos

Un mito (del griego μθος, mythos, «relato», «cuento») es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos, protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses, semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos.

Daedalus (Dédalo) 
Es un personaje de la mitología griega. De familia real, Dédalo nace en Atenas y sobresale como un gran estudiante, por lo que Atenea lo tomó bajo su tutela personal. Gracias a ello sobresale como escultor, arquitecto, artesano e inventor. 

El laberinto de Daedalus (Dédalo)
Dédalo partió a una isla llamada Cretadone y fue muy bien recibido por un rey llamado Minos. En esos tiempos no habían agricultores, arquitectos, Allí Dédalo se dedico a crear esplendidas obras de arte. En aquellos tiempos, en la isla de Creta habitaba un terrible monstruo, con cuerpo de hombre y cabeza de toro llamado "minotauro", que sembraba terror en todas las islas. El rey Minos mando a Dédalo que hiciera una construcción debajo de la tierra para encerrar al minotauro. Dédalo era muy listo, asique se le ocurrió construir un laberinto en el que era imposible encontrar la salida. Aquel laberinto tenia muchos pasadizos que no llevaban a ningún sitio, una vez que se entraba al laberinto, era imposible salir. Cuando el minotauro quedo encerrado, la tranquilidad volvió a la isla de Creta.
El rey Minos empezo a abusar de la habilidad de Dédalo que cada día le mandaba mas trabajo y Dédalo ya estaba cansado que cuando quiso irse de la isla, el rey no se lo permitió. Dédalo se volvió un arquitecto y artesano muy famoso por haber construido el laberinto de la isla Creta. En la mitología Griega, el laberinto de Creta fue construido para esconder al minotauro.

Daedalus y Icarus
Dédalo era un artista e inventor ateniense que había aprendido su arte con la diosa Atenea en persona. Sin embargo, le aventajaba su sobrino Talos, el cual siendo aún muy jóven, inventó la sierra, el torno de alfarero y el compás. Celoso, Dédalo arrojó a Talos desde el tejado del templo de Atenea y lo mató. Por esa razón fue desterrado hallando refugio en la corte del rey Minos, donde tuvo, con una joven esclava, un hijo al que llamaron Icaro.

Después de que Teseo matase al Minotauro, Minos encerró a Dédalo y a Ícaro en el laberinto. La única forma de escapar del laberinto era por el aire, ya que no tenía techo, por lo que Dédalo, construyó dos pares de alas con plumas y cera. Luego de decirle a Ícaro que no volase cerca del sol, para que la cera no se derritiese, ni demasiado cerca del mar, para que las plumas no se mojasen, ambos partieron volando. Pero ante la exultante libertad, Icaro olvidó los consejos de su padre y voló tan alto que el sol derritió sus alas y se precipitó al océano, donde murió. Dédalo llegó a salvo a Sicilia y se refugió en la corte del rey Cócalo. Minos lo persiguió, pero Dédalo, habiéndose instalado en el palacio de tuberías de agua caliente, lo mató hirviendo el agua mientras éste tomaba un baño.

Dédalo y Perdix
Dédalo estaba tan orgulloso de sus logros que no podía soportar la idea de tener un rival. Su hermana había dejado a su hijo Perdix a su cargo para que aprendiese las artes mecánicas. El muchacho era un alumno capaz y dio sorprendentes muestras de ingenio. Caminando por la playa encontró una espina de pescado. Imitándola, tomó un pedazo de hierro y lo cortó en el borde, inventando así la sierra. Unió dos trozos de hierro por un extremo con un remache y afiló los extremos opuestos, haciendo así un compás. Dédalo tenía tanta envidia de los logros de su sobrino que cuando un día estaban juntos en lo alto del templo de Atenea en la Acrópolis, aprovechó la oportunidad y lo empujó. Pero la diosa, que favorece al ingenio, le vio caer y cambió su destino transformándole en un pájaro bautizado con su nombre, la perdiz. Este pájaro no hace su nido en los árboles ni vuela alto, sino que anida en los setos y evita los lugares elevados, consciente de su caída. Por este crimen Dédalo fue juzgado y desterrado..




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